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viernes, 17 de noviembre de 2017

Lapicero, rotulador, bolígrafo y pinturas.

Elige la fotografía que más te gusté. Fotocopiarla en blanco y negro. Sobre esta fotocopia saca los diferentes tonos con un rotulador negro. Mira las fotos de debajo.

  Calca sobre tu lámina todo los surcos que has hecho, marcando los diferentes tonos, en la fotocopia. Para ello recurre a una ventana o a una mesa con la tapa superior de cristal, colocando debajo un flexo.
Mira este ejemplo:


Y ahora te toca comenzar a trabajar tomando como referencia la fotografía inicial. Tienes que hacer una primera recreación usando sólo el lapicero. En la segunda sólo podrás hacer puntos con un roturador negro. En la tercera representación recurrirás a un bolígrafo, trazando líneas. Para terminar harás la última con lapiceros de colores, bien de colores calientes o colores fríos. Los que más te gusten. Recuerda que los calientes son los que asociados al fuego (amarillas, naranjas y rojos) los fríos son como el mar (azules, violetas y verdes)



 Sombreado con lapicero. Claroscuro.



Texturas con puntos.


Texturas con lineas realizadas con bolígrafo.



Color. Si utilizas colores sólo calientes o sólo fríos, mucho mejor.